Para empezar hablar de las redes sociales primero voy a definir que son pues estas son un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad. Un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos, una definición muy técnica para decir que es un sitio de Internet donde se pueden interactuar con personas, subir fotos, videos, podcast e información personal y dejar comentarios a las persona que hacen parte de la red amigos, es algo así como la combinación de un blog un foro y el correo electrónico.
La finalidad son muchas, desde encontrar antiguos o nuevos amigos, hacer negocios, buscar trabajo, compartir aficiones, aunque también se pueden utilizar como una sencilla alternativa a la página personal o el weblog para contar con una identidad en la Red. Hi5, Myspace, Facebook, Fotolog , Windows Live Spaces, Sónico , Orkut, Friendster, Tribe, Rize o LinkedIn son algunos ejemplos de RS que develan el gran impacto que tienen en la red.
La popularidad de las redes sociales también podría tener consecuencias inesperadas para sus usuarios, como la falta de privacidad, inseguridad y suplantación a pesar de estos problemas son el tercer servicio en importancia de Internet, por debajo del correo electrónico y la simple navegación, y por encima de otras actividades, como la mensajería instantánea, las compras en línea o la banca electrónica. Las RS están en los top 10 de los más visitados en muchos países, en Colombia, Facebook es el tercer sitio más visto, Hi5 el séptimo y MySpace el décimo tercer según las estadísticas de Alexa¹.
Ya definido el concepto de redes sociales podemos empezar analizar un fenómeno social, la fobia a la soledad y la necesidad de crear o integrarse a grupos para no sentirse rechazados por la sociedad, "A los latinoamericanos les encanta socializar y las redes sociales en internet no son más que una nueva plataforma para reunirnos de la misma forma que lo hacemos por otras vías", explicó Mikel Lekaroz, directivo de HiMedia, matriz de Fotolog, una de las 10 redes sociales más visitadas del mundo.
A los jóvenes de mediados de los ‘90, se les caracterizaba por utilizar el ordenador en modo multitarea, hoy se les caracteriza por habitar las redes sociales. Algo curioso es el comportamiento del internauta ante estas nuevas tecnologías sociales, ya que su uso al igual que el Bluetoothing² en principio se asocia a culturas con menos contacto físico como la japonesa o las nórdicas.
Las redes sociales tienen una función psicosocial al servir como contexto para el desarrollo de una identidad personal, que según Gans (Los habitantes tienen un sentido básico de pertenencia a una comunidad, con la que comparten una concepción similar del mundo, actitudes y valores a través de la participación en una red social) ³
Las redes sociales se convirtieron en un nuevo modo de lazo social moderno que no necesita de la presencia física de la gente, esto hace que no haya contacto, carisma ni muchedumbre, estas redes nacen de la frialdad, de la soledad e interacción de una persona con su computador, esta soledad es algo ambigua ya que una persona puede estar sola en su casa sentada al frente de su computadora y a la ves conectado a una red social interactuando con 20 o 30 personas al mismo tiempo, ¿entonces hay soledad? si lo miramos desde un punto de vista artificial donde la sociedad de la información domina y el consumo de tecnología va en aumento cada ves más rápido no habría soledad , por otro lado si lo vemos des de un punto de vista natural en el cual. El hombre, como animales simbólico4, nació para vivir socialmente acompañado de congéneres, habría soledad por falta de contacto fisco por que no es lo mismo saludar a una mujer de beso en la mejilla que dejándole un mensaje en una red social que diga “hola Xd”
Las redes sociales hacen que el sujeto que accede a ellas adquiera cierta dificultad para socializarse en el mundo real porque no nos da armas para desenvolvernos en un medio social real, porque el saber escribir rápido o pensar rápido no nos hace ser mejor oradores o saber como manejar las situaciones, no aprendemos a usar el lenguaje corporal y lo peor de todo es cuando el internet sustituye una vida social, y así ya no se busca tener amigos reales, convivir con grupos reales, se vuelve mas introvertido y cada vez mas solo y torpe para relacionarse.
"Se ha creado un chiringuito virtual, a modo de publicidad, que de repente se ha puesto de moda porque está toda la gente cool de Internet...". Dijo el periodista tecnológico Antonio Delgado, estas redes formarán parte de la sociedad de Internet. Están para quedarse, al igual que el correo electrónico está ya implantado. La idea de pertenecer a comunidades online y poder participar en ellas no va a desaparecer haya o no contacto físico.
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¹ Alexa Internet Corp. ("www.alexa.com"), subsidiaria de Amazon.com, Inc. ("Amazon.com") ofrece software de descarga libre ("Alexa browser companion" or "Toolbar Service") que permite a los usuarios recibir infomación sobre páginas web, sitios y productos.
² Bluejacking es el envió de mensajes sin permiso a través de dispositivos con Bluetooth como celulares, PDAs, portátiles y algunos PCs, enviando una vCard, una Nota o un Contacto que usualmente contiene un mensaje el campo del nombre a otro dispositivo Bluetooth a través del protocolo OBEX.
³ Gans, H. J, Los pobladores urbanos, Nueva York 1985, Editorial La libertad de prensa, , pág. 125-135
4 Las preguntas de la vida
jueves, 10 de julio de 2008
sábado, 5 de julio de 2008
Qué Se Puede Esperar
Qué se puede esperar de un país donde la vida importa un higo y la muerte un adarme. Qué de un sitio donde la gente no tiene esperanza, donde los seres son rebaños, donde la libertad no es siquiera un ejercicio doméstico. Qué de un lugar que está hecho de luzy vive en perpetuo interrogatorio, siempre oculto, siempre acorralado.
Qué se puedeesperar de algo que anuncia que quiere ser sin ser jamás lo que quiso haber sido. Quéde ese ser limitado, estrecho, cabizbajo, tan dos de la mañana en su desvelo, de ir bajo aguacero, de ser bajo palabra. Qué se puede esperar de un sitio así, donde la igualdadio no es igualdad para todos, donde cualquiera despliega su verdad como una razón de ser violento.
Qué se puede esperar de un país donde los árboles son tan poco Casona y mueren derribados, donde todos morimos derribados. Qué, también, de un sitioáspero, lleno de inflexiones y genuflexiones, un sitio donde la autoridad se ejerce porque sí, donde se es enemigo porque se es idéntico, donde se respira un aire irrespirable, donde el lema de todos habla de libertad y añade orden.
Qué se puede esperar de un país heredero, de un país sucedáneo, de un país sujeto pasivo y minusválido, de un país hecho de guerras y más guerras, donde se sobrevive sin vivir, y se muere habiendo nacido apenas. Qué de nuestros bolsillos vacíos y nuestra boca llena de palabras sin llegar a la palabra verdadera.
Y qué se puede esperar, qué se podrá esperar de un país como este, tan urgido de asomarse a lo otro sin posibilidad alguna de ventana, de ser trampa irrisoria, ser ausencia, ser lengua sin conexión con el cerebro, puerta sin vano, marco sin afuera. Qué se puede esperar, en fin, de un vacío lleno de zancadillas y panfletos, de pontífices como pavos y acólitos como renacuajos, y honores y medallas y zarzaparrillas, y, claro, de todo no vale nada sí el resto vale menos, y de regímenes y de diccionarios y de principios y normatividades.
Qué se puede esperar, qué se puede esperar de todo esto. De la miseria como norma de vida. Del odio como norma de vida. Qué se puede esperar de un lugar tan definitivamente lugareño, de un sitio tan situejo, de un catalejo ciego, de un trípode sin instrumentos. País sin instrumentos: qué se puede esperar de todo esto.
Qué se puede esperar del hecho de ser lugar sin circunstancia, agua sin sed, verbo sin sujeto. Del hecho de ser lecho sin amor, desvencijado. Qué se puede esperar que sea noviembre u once o marzo, como podría ser esfera o péndulo o perro bajo la luna y las estrellas. Ah, qué se puede esperar de esto que hacemos, del hambre que padecemos para hacer estadística, de la injusticia en que somos delito por el sólo hecho de vivir en desamparo. Y claro está que somos desamparados, desamparados de nosotros mismos, dejados de la mano de nosotros mismos, a la vera de nuestro camino.
Qué se puede esperar de quienes nada esperan, de sombra sin nombre conocido, de nuestra forma sin esencia, de nuestra hora sin segundero ni minutos. Somos radicación y memorando, y como tales, qué se puede esperar de un nosotros que es apenas ceniza y deterioro. Vivimos y morimos y somos asesinados, expoliados, somos prostituídos, vendidos, marginados, somos lo que no deja huella, los degollados, los cuidadosamente llevados al abismo. Callamos: qué se puede esperar de nuestra habla, qué de nuestro silencio y nuestro miedo.
Qué se puede esperar del hecho de que vayamos por la calle, de que nos hagan vegetales sometidos, que asistamos al cotidiano asalto de lo nuestro y seamos victimarios de nuestro deseo.
Así somos Colombia, somos nosotros, un nosotros ajeno, vergonzante, que no dice su nombre, que no nombra, que no tiene nosotros sino ellos, un ellos hecho de sangre y de violencia.
Qué se puede esperar de un país, que ha dejado de ser país, de un sitio que no es sitio, de un espacio que no nos pertenece, que es de quienes viven con el único fin de asesinarnos. Ya no solemos ser lo que solíamos. Qué se puede esperar, en fin, si no esperamos nada, si estamos tan cansados de esperar sin espera, de esperar sin espera, en agonía.
(Fernando Garavito)
Qué se puedeesperar de algo que anuncia que quiere ser sin ser jamás lo que quiso haber sido. Quéde ese ser limitado, estrecho, cabizbajo, tan dos de la mañana en su desvelo, de ir bajo aguacero, de ser bajo palabra. Qué se puede esperar de un sitio así, donde la igualdadio no es igualdad para todos, donde cualquiera despliega su verdad como una razón de ser violento.
Qué se puede esperar de un país donde los árboles son tan poco Casona y mueren derribados, donde todos morimos derribados. Qué, también, de un sitioáspero, lleno de inflexiones y genuflexiones, un sitio donde la autoridad se ejerce porque sí, donde se es enemigo porque se es idéntico, donde se respira un aire irrespirable, donde el lema de todos habla de libertad y añade orden.
Qué se puede esperar de un país heredero, de un país sucedáneo, de un país sujeto pasivo y minusválido, de un país hecho de guerras y más guerras, donde se sobrevive sin vivir, y se muere habiendo nacido apenas. Qué de nuestros bolsillos vacíos y nuestra boca llena de palabras sin llegar a la palabra verdadera.
Y qué se puede esperar, qué se podrá esperar de un país como este, tan urgido de asomarse a lo otro sin posibilidad alguna de ventana, de ser trampa irrisoria, ser ausencia, ser lengua sin conexión con el cerebro, puerta sin vano, marco sin afuera. Qué se puede esperar, en fin, de un vacío lleno de zancadillas y panfletos, de pontífices como pavos y acólitos como renacuajos, y honores y medallas y zarzaparrillas, y, claro, de todo no vale nada sí el resto vale menos, y de regímenes y de diccionarios y de principios y normatividades.
Qué se puede esperar, qué se puede esperar de todo esto. De la miseria como norma de vida. Del odio como norma de vida. Qué se puede esperar de un lugar tan definitivamente lugareño, de un sitio tan situejo, de un catalejo ciego, de un trípode sin instrumentos. País sin instrumentos: qué se puede esperar de todo esto.
Qué se puede esperar del hecho de ser lugar sin circunstancia, agua sin sed, verbo sin sujeto. Del hecho de ser lecho sin amor, desvencijado. Qué se puede esperar que sea noviembre u once o marzo, como podría ser esfera o péndulo o perro bajo la luna y las estrellas. Ah, qué se puede esperar de esto que hacemos, del hambre que padecemos para hacer estadística, de la injusticia en que somos delito por el sólo hecho de vivir en desamparo. Y claro está que somos desamparados, desamparados de nosotros mismos, dejados de la mano de nosotros mismos, a la vera de nuestro camino.
Qué se puede esperar de quienes nada esperan, de sombra sin nombre conocido, de nuestra forma sin esencia, de nuestra hora sin segundero ni minutos. Somos radicación y memorando, y como tales, qué se puede esperar de un nosotros que es apenas ceniza y deterioro. Vivimos y morimos y somos asesinados, expoliados, somos prostituídos, vendidos, marginados, somos lo que no deja huella, los degollados, los cuidadosamente llevados al abismo. Callamos: qué se puede esperar de nuestra habla, qué de nuestro silencio y nuestro miedo.
Qué se puede esperar del hecho de que vayamos por la calle, de que nos hagan vegetales sometidos, que asistamos al cotidiano asalto de lo nuestro y seamos victimarios de nuestro deseo.
Así somos Colombia, somos nosotros, un nosotros ajeno, vergonzante, que no dice su nombre, que no nombra, que no tiene nosotros sino ellos, un ellos hecho de sangre y de violencia.
Qué se puede esperar de un país, que ha dejado de ser país, de un sitio que no es sitio, de un espacio que no nos pertenece, que es de quienes viven con el único fin de asesinarnos. Ya no solemos ser lo que solíamos. Qué se puede esperar, en fin, si no esperamos nada, si estamos tan cansados de esperar sin espera, de esperar sin espera, en agonía.
(Fernando Garavito)
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