lunes, 22 de diciembre de 2008

La Globalización Y El Trabajo

A medida que la globalización va avanzando es más notorio como ha transformado las condiciones del trabajo y esto se da cuando los avances tecnológicos se manifiestan, pero esta tecnología en vez de ayudar al hombre en su trabajo lo único que hace es desplazarlo y generar desempleo ya que para la producción lo que más importa es el capital constante el cual se centra en la maquinaria por que esta le produce y deja a un lado el capital constante que son los trabajadores por que estos le pueden generar perdida con los tiempos muertos en la producción.

Pero el cambio más grande se da con paso del fordismo al toyotismo, el cual trae consigo la flexibilización del trabajo y acaba con los sindicatos y le hace creer al trabajador que la empresa y él son uno mismo, un ejemplo de esto es como en nuestro país algunas empresas hacen firmar a sus empleados un pacto colectivo que consiste en decir no al sindicato por que la empresa es su proyecto en común y por eso no deben hacer huelgas.

Pero en nuestro entorno el ejemplo más claro de flexibilización del trabajo son los empleados a contrato transitorios en este caso citaremos dos ejemplos:
1. En la mayoría de empresas de nuestra ciudad (Pereira) se le hacen contrato a las personas no mayor a tres meses con esto buscan generarle ingresos solo por poco tiempo y el resto de tiempo que este desempleado se las arregle como pueda es una forma de compartir la pobreza entre todos.

2. Otro es el caso es, el de algunos profesores de la universidad que al tener contratos transitorios sólo les pagan 8 meses, lo que se trabaja y no se dan las garantías de vacaciones remuneradas ni la salud y pensión los cuatro meses restantes.

Es por esto que la globalización trae diferentes tipos de trabajos y uno de ellos es el post -asalariado o trabajadores independientes de los cuales abundan nuestra ciudad, ellos prestan servicios, trabajan a la hora que quieran y no rinden cuentas a nadie pero creen que trabajan menos y paradójicamente trabajan más ya que una parte de su trabajo la realizan en su casa, este trabajador ya no goza de los derechos sociales que tienen los asalariados (prestaciones, prima, salud, etc.) además puede pasar largos periodos desempleado. Este tipo de trabajadores los vemos todos los días en personas de nuestra vida cotidianas como los son los albañiles, electricistas, pintores, servicios técnicos, etc.

También podemos ver otro tipo de trabajador llamado el subproletariado, este trabajador lo vemos a diario en nuestras calles en nuestro barrio luchando para poder comer, vendiendo puerta a puerta o al lado de la calle también es llamado trabajo informal que traducido significa trabajo al margen de la ley porque los persiguen en ocasiones como delincuentes, estos trabaja más, pero recibe menos, no reciben beneficios, tiene que renunciar a ciertas condiciones sociales y no están amparados por las garantías laborales conquistadas por la lucha sindical que aparentemente ya habían sido superadas por la historia.

En Colombia podemos ver como las multinacionales contratan un servicio a una fabrica, (maquila). La multinacional pone la materia prima y la maquila paga mano de obra esto y de esta manera la multinacional paga una mano de obra más barata, es decir las mejores condiciones para las multinacionales son las peores condiciones para los trabajadores, como dice Filoche “Los asalariados deben callarse, porque viven con el cuchillo del desempleo en la garganta.”

Lo anterior nos hace cuestionar como hablar de un mundo globalizado y moderno que nos trae una cantidad de beneficios, pero que podemos apreciar que tiene una visión netamente instrumental y que no le importa que haya personas que con sus trabajos no obtienen ingresos suficientes para adquirir la canasta familiar, es como si se devolviese en el tiempo y nos quedáramos en un pasaje de la historia en el cual las personas aun son esclavas y explotadas en sus trabajos.

La Ciudad y Lo Urbano (Manuel Delgado)

Delgado titula él primer capitulo de su libro “el animal publico” “Heterópolis: La experiencia de la complejidad” partiendo del termino heterópolis acuñado por Charles Jenks (1993). El cual define una ciudad, en la que conviven sin mezclarse grupos étnicos, poderes económicos y estilos de vida diferentes sin que ninguna domine lo suficiente como para imponer su orden.

El capítulo comienza haciendo una distinción entre la ciudad y lo urbano. Para delgado la ciudad es una combinación de espacios, que se definen por una concentración poblacional y el establecimiento de un amplio conjunto de construcciones estables, una colonia humana densa y heterogénea conformada esencialmente por extraños entre sí. En este sentido la ciudad se opone al campo o lo rural.

Similar al concepto de Louis Wirth, la ciudad es asentamiento relativamente grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogéneos con relaciones funcionales y de anonimato.¹
Luego delgado parte a definir ¿Qué es lo urbano?. Lo urbano es un estilo de vida marcado por la propagación de urdimbres relacionales deslocalizadas e inestables. También habla de la urbanización como proceso consistente en integrar crecientemente la movilidad espacial en la vida cotidiana.

Lo urbano es lo que se observa, es lo que acontece. Son las prácticas, son los sucesos, es un acontecer, que tiene que ser considerado en sí mismo, como un conjunto de actividades que pueden ser pensadas en términos de estructura, aunque sean en efecto provisionales, reversibles, efímeras.

La ciudad en palabras de Maria Ducci, es muchas cosas a la vez: un lugar de trabajo para el campesino que deja su tierra, un lugar de estudio para el niño o el joven estudiante, un lugar donde se venden y compran toda clase de cosas, un lugar donde la gente asiste a diversiones, un lugar donde se concentra la miseria y la riqueza, y un lugar donde viven los artistas, los ladrones y todo tipo de gente. La ciudad es todas estas cosas y más, es diferente para distintas personas y grupos.²

De lo anterior podemos concluir que la ciudad no es lo mismo que lo urbano, la ciudad es un gran asentamiento de construcciones estables, habitado por una población numerosa y densa, la urbanidad es un tipo de sociedad que puede darse en la ciudad o no. Lo urbano tiene lugar en otros muchos contextos que trascienden los límites de la ciudad hay ciudades en las que la urbanidad como forma de vida aparece, inexistente o muy débil.

En la escuela de Chicago, R. Redfield y M. Singer asociaron lo urbano a la forma de ciudad que llamaron heterogenética, porque sólo podía subsistir atrayendo y produciendo pluralidad basándose en el conflicto, desorganización y ajena a toda tradición, dominada por la presencia de grupos reunidos por intereses y sentimientos tan poderosos como escasos y dentro de la cual la mayoría de relaciones habían de ser apresuradas, impersonales y de conveniencia.
Lo contrario a este tipo de ciudad era la ciudad ortogenética, asociada a los modelos de la ciudad antigua u oriental, fuertemente centralizada, ceremonial, burocratizada, aferrada a sus grandes tradiciones y sistematizada.

Entonces lo opuesto a la urbano no es lo rural, sino una forma de vida que puede asociarse al conjunto de fórmulas de vida social basadas en obligaciones rutinarias, una distribución clara de roles y acontecimientos previsibles, lo tradicionales o premodernas.

Por el lado más positivo, lo urbano favorece un relajamiento en los controles sociales y una renuncia a las formas de vigilancia y fiscalización propias de colectividades pequeñas en que todo el mundo se conoce. En este sentido lo urbano contrastaría con lo comunal.

Al decir de Pierre Bourdieu podríamos decir que las relaciones urbanas son, estructuras estructurantes, puesto que proveen de un principio de vertebración, pero no aparecen estructuradas, esto es concluidas, rematadas, sino estructurándose, en el sentido de estar elaborando y reelaborando constantemente sus definiciones y sus propiedades.

Una definición más ilustrativa de estos dos conceptos según Giulio Carlo Argam es ver dos tipos de ciudades, estructura y decoración, la primera mira la ciudad en términos de tiempo largo, grandes configuraciones con una duración calculable en décadas o en siglos. La segunda a una ciudad que cambia de hora en hora, de minuto en minuto, hecha de imágenes de sensaciones, de impulsos mentales.3

1. Louis Wirth “Urbanismo como Forma de Vida” (1938),
2. (Ref: Ducci, Maria Elena. "Introducción al urbanismo". Ed. Trillas, México, 2001):
3 G.C. Argam Historia del arte como historia de la ciudad, Laia, Barcelona. 1984