lunes, 22 de diciembre de 2008

La Ciudad y Lo Urbano (Manuel Delgado)

Delgado titula él primer capitulo de su libro “el animal publico” “Heterópolis: La experiencia de la complejidad” partiendo del termino heterópolis acuñado por Charles Jenks (1993). El cual define una ciudad, en la que conviven sin mezclarse grupos étnicos, poderes económicos y estilos de vida diferentes sin que ninguna domine lo suficiente como para imponer su orden.

El capítulo comienza haciendo una distinción entre la ciudad y lo urbano. Para delgado la ciudad es una combinación de espacios, que se definen por una concentración poblacional y el establecimiento de un amplio conjunto de construcciones estables, una colonia humana densa y heterogénea conformada esencialmente por extraños entre sí. En este sentido la ciudad se opone al campo o lo rural.

Similar al concepto de Louis Wirth, la ciudad es asentamiento relativamente grande, denso y permanente de individuos socialmente heterogéneos con relaciones funcionales y de anonimato.¹
Luego delgado parte a definir ¿Qué es lo urbano?. Lo urbano es un estilo de vida marcado por la propagación de urdimbres relacionales deslocalizadas e inestables. También habla de la urbanización como proceso consistente en integrar crecientemente la movilidad espacial en la vida cotidiana.

Lo urbano es lo que se observa, es lo que acontece. Son las prácticas, son los sucesos, es un acontecer, que tiene que ser considerado en sí mismo, como un conjunto de actividades que pueden ser pensadas en términos de estructura, aunque sean en efecto provisionales, reversibles, efímeras.

La ciudad en palabras de Maria Ducci, es muchas cosas a la vez: un lugar de trabajo para el campesino que deja su tierra, un lugar de estudio para el niño o el joven estudiante, un lugar donde se venden y compran toda clase de cosas, un lugar donde la gente asiste a diversiones, un lugar donde se concentra la miseria y la riqueza, y un lugar donde viven los artistas, los ladrones y todo tipo de gente. La ciudad es todas estas cosas y más, es diferente para distintas personas y grupos.²

De lo anterior podemos concluir que la ciudad no es lo mismo que lo urbano, la ciudad es un gran asentamiento de construcciones estables, habitado por una población numerosa y densa, la urbanidad es un tipo de sociedad que puede darse en la ciudad o no. Lo urbano tiene lugar en otros muchos contextos que trascienden los límites de la ciudad hay ciudades en las que la urbanidad como forma de vida aparece, inexistente o muy débil.

En la escuela de Chicago, R. Redfield y M. Singer asociaron lo urbano a la forma de ciudad que llamaron heterogenética, porque sólo podía subsistir atrayendo y produciendo pluralidad basándose en el conflicto, desorganización y ajena a toda tradición, dominada por la presencia de grupos reunidos por intereses y sentimientos tan poderosos como escasos y dentro de la cual la mayoría de relaciones habían de ser apresuradas, impersonales y de conveniencia.
Lo contrario a este tipo de ciudad era la ciudad ortogenética, asociada a los modelos de la ciudad antigua u oriental, fuertemente centralizada, ceremonial, burocratizada, aferrada a sus grandes tradiciones y sistematizada.

Entonces lo opuesto a la urbano no es lo rural, sino una forma de vida que puede asociarse al conjunto de fórmulas de vida social basadas en obligaciones rutinarias, una distribución clara de roles y acontecimientos previsibles, lo tradicionales o premodernas.

Por el lado más positivo, lo urbano favorece un relajamiento en los controles sociales y una renuncia a las formas de vigilancia y fiscalización propias de colectividades pequeñas en que todo el mundo se conoce. En este sentido lo urbano contrastaría con lo comunal.

Al decir de Pierre Bourdieu podríamos decir que las relaciones urbanas son, estructuras estructurantes, puesto que proveen de un principio de vertebración, pero no aparecen estructuradas, esto es concluidas, rematadas, sino estructurándose, en el sentido de estar elaborando y reelaborando constantemente sus definiciones y sus propiedades.

Una definición más ilustrativa de estos dos conceptos según Giulio Carlo Argam es ver dos tipos de ciudades, estructura y decoración, la primera mira la ciudad en términos de tiempo largo, grandes configuraciones con una duración calculable en décadas o en siglos. La segunda a una ciudad que cambia de hora en hora, de minuto en minuto, hecha de imágenes de sensaciones, de impulsos mentales.3

1. Louis Wirth “Urbanismo como Forma de Vida” (1938),
2. (Ref: Ducci, Maria Elena. "Introducción al urbanismo". Ed. Trillas, México, 2001):
3 G.C. Argam Historia del arte como historia de la ciudad, Laia, Barcelona. 1984

No hay comentarios: